Perro Boxer

                    Montado a caballo

   A diferencia de la bicicleta, razón importante y que ofrece al Boxer una mayor libertad, el perro no va atado a la correa con el dueño. Para ello, es imprescindible que el perro obedezca de forma segura y que no tenga tendencia a vagabundear ni cazar por el monte,

   En la marcha junto al perro o con perros debe tener presente que el caballo no pueda ser un animal nervioso o hipersensible, ya que de lo contrario el caballo se asustaría ante la presencia de estos animales.

   Independientemente de esa aseveración ambos animales, perro y caballo, tienen que acostumbrarse mutuamente poco a poco. LO mejor es que cuando se salga a caballo se lleve a dos personas, una para que controle al equipo y la otra al perro, al menos durante las primeras excursiones, es decir, una persona que conduzca al caballo y otra que se concentre en la actuación y el seguimiento del perro.

   Tanto el perro como el caballo, no deben tener ninguna mala experiencia el uno con el otro, si lo que se desea es conseguir que formen un equipo y que disfruten de las salidas conjuntas.

   Cuando el Boxer marcha de forma segura y ágil junto al dueño a pie y al caballo, es cuando el propietario del animal puede montar a caballo. Al principio, como sucedía con la bicicleta, debe buscar un lugar tranquilo donde practicar y experimentar tanto la monta del caballo como los primeros trotes con el equipo y el perro.