22/4/13

Perro Boxer
         El lenguaje corporal del Boxer
   Generalmente, los cachorros de Boxer juegan a luchar, lo cual les ayuda a conocer el límite real de la mordedura, que le servirá para cuando sea mayores. Si embargo, debe tener cuidado con la naturaleza juguetona del cachorro, ya que si usted juega con él a luchar o a estirar objetos, puede suceder que el perro se convierta en el futuro en un animal agresivo.
   Los signos de sumisión del Boxer hacia el dueño, según el lenguaje no verbal del animal son los siguientes.

  • Evitar el contacto visual.
  • Sumisión activa; el perro se agacha, tira las orejas hacia atrás y baja la cola.
  • Sumisión pasiva; el perro se tumba sobre el costado con las patas posteriores al aire y, a la vez suele orinar.
   Los signos de dominio del can, por el contrario, son los siguientes:

  • Establecimiento de contacto visual.
  • Se mantiene erguido y de pie con las orejas altas, la cola levantada y el pelo del cuello erizado.
  • Se mantiene en ángulo recto con otro perro, de esta forma muestra su predominio sobre éste.
   El perro dominante, normalmente, mantiene conductas y actitudes uniformes, es decir, tiende a comportarse de unas maneras características, tales como;

  • El perro no se muestra dispuesto a moverse del lugar que ocupa. Por ejemplo, es reacio a ceder el sofá o una silla a su dueño cuando el animal está sentado o tumbado en ellos.
  • No suelta los juguetes o los objetos que tenga en la boca, y muestra cierto afán de posesión respecto al recipiente de su comida.
  • No responde rápidamente a las órdenes que el propietario del perro le realiza verbalmente.
Es desagradable cuando le van a acariciar. La razón de ello es que a dicho perro no le gusta que le acaricien.

   Sin embargo, lo normal y habitual es que el perro sea sociable, obediente y que se deja querer y acariciar por los dueños de la casa y por los extraños. Los animales que tienen contacto con los seres humanos durante las 12 primeras semanas de vida, consideran a los hombres como miembros de su propia especie, es decir, son miembros de su particular manada.

   todo depende de la educación que se le dé al cachorro, ya que el perro tiene el potencial tanto para desarrollar un comportamiento como sumiso. Solamente a través del adiestramiento, la educación y la experiencia, el perro sabe y conoce cuándo y con quién debe exhibir cada uno de esos comportamientos.
   No todos los perros se interesan por el potencial dominante y por el predominio, pero es necesario que los propietarios se den cuenta de que el perro también posee esa cara de la moneda de su carácter. Por eso, es importantísimos que el propietario imponga, desde el primer momento, su predominio y autoridad sobre el animal.
   El dueño del Boxer puede expresar dominio o sumisión hacia el perro de las siguientes formas y maneras:

  • Hacer frente a la mirada fija del perro significa dominio. Por el contrario, desviar la mirad indica sumisión. Si el perro gruñe o amenaza, debe desviar la mirada como primera acción elusiva para evitar un ataque. Es importante que mantenga contacto visual con el cachorro para que se acostumbre al lenguaje de la mirada.
  • Estar en una posición más alta que el perro indica dominio; por el contrario, estar más bajo significa sumisión. Algunos dueños han comprobado que su perro se vuelve dominante si éste se sube a los muebles o a la cama, ya que entonces están a la misma altura que el amo.
  • El propietario del perro puede conseguir dominio sobre el Boxer ignorando todas las iniciativas sociales del animal y sólo le presta atención al perro cuando éste obedece una orden.
   El dueño debe evitar por todos los medios que el perro alcance un estatus dominante sobre alguno de los adultos o niños que haya en la casa. Para evitarlo, el propietario del Boxer debe actuar de la siguiente forma: 

  • Maneje cordialmente al cachorro, especialmente durante el período entre los tres y los cuatro meses.
  • Deje que los niños y los adultos le den alimento con la mano y le enseñen a coger la pieza si abalanzarse ni arrebatarlo.
  • No permita que persiga a los niños ni a la gentes que corre o hace deporte por la calle, tales como corredores o ciclistas.
  • No permita que salte sobre las gente o se suba a sus piernas.
  • No permita que gruña por ninguna razón.
  • No castigue físicamente a los cachorros por un determinado comportamiento agresivo. En esos casos, prohíbale repetir la infracción y enséñele una conducta alternativa.
  • Nunca debe dejar solos al perro con los niños pequeños. Es fundamental que los niños aprendan algunas órdenes de obediencia básica para que tengan algún tipo de control sobre el animal si lo necesitasen. 

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