27/6/11

La cojera el debilitamiento de las alas

LA COJERA, EL DEBILITAMIENTO DE LAS ALAS,
Los parásitos, arrastran durante todo el año la destrucción del intestino y sobre todo después del viudaje y la primera crianza, cuando la paloma está verdaderamente muy cansada.
Durante el viudaje hemos visto que las hembras de los machos viudos, son puestas en lugares reducidos y sombríos para evitar el acoplamiento. Se les arroja diariamente un puñado de semillas al suelo, se les cambia el agua y así se quedan hasta el día siguiente.
Si en estas condiciones, una de estas hembras coge una infección de parásitos internos, contaminará al resto, por la única razón de que las semillas están sucias con las deyecciones que contienen los gérmenes de parásitos virulentos.
Una vez que terminen los concursos y que emparejaremos las palomas, nos encontraremos ante el hecho desagradable de tener una o dos palomas enfermas o infectadas. ¿Qué es lo que observamos en un caso de éstos? La paloma se pone triste, sufre diarrea, se le erizan las plumas, no come, no bebe, adelgaza, cojea y sus músculos se atrofian; algunos días después muere a consecuencia de los parásitos. Recordemos que éstos permanecen virulentos durante todo un año en lugares húmedos y en una temperatura que va de 0 a 38 grados C.
Podéis encontraros igualmente con otro caso. La paloma no come, sus músculos so débiles. Adelgaza y ya no se tiene firme sobre sus patas, teniendo que servirse de las alas para no caer. Antes de la muerte de la paloma, que llega a los diez o quince días de notar estos síntomas, podemos obtener alguna conclusión. Este estado anormal proviene de lombrices internas. Dicha enfermedad puede también manifestarse bajo las formas siguientes; las palomas pierden su apetito, se ponen tristes, cojean o dejan colgar un ala. Vuelan de una manera insegura y tienen una diarrea exagerada que contiene sangre. Presenta perturbaciones nerviosas y un cuello tenso. La muerte llega después de una docena de días.
Esto es debido a las lombrices capilares. Todas las enfermedades podían haber sido evitadas fácilmente sin un solo medicamento; únicamente con un poco de higiene en la manera de servirles la comida y esta higiene es gratuita.
Algunos piensan que mantener una colonia en buen estado de salud no es una casa primordial. Os recordamos ahora la evolución de los parásitos.
Los parásitos internos se transmiten de paloma a paloma por los huevos arrastrados con las deyecciones. En el momento de su evacuación, estos huevos no son peligrosos para contagiar ya que se encuentran todavía en un estado embrionario. La germinación se realiza al contacto con el aire libre y la humedad. Es por lo que, siguiendo las leyes de la naturaleza, las deyecciones, que contienen los huevos de los parásitos, son suaves y húmedas, para que dichos huevos se beneficien de un medio favorable para su eclosión.
De todo esto podemos sacar tres conclusiones:
1. Si enjauláis las palomas el sábado por la tarde para soltarlas el domingo, no deberéis temer que se contaminen con parásitos internos, incluso aunque las semillas caigan en las deyecciones, puesto que es necesario al menos dos días antes de que los huevos germine, o, en otras palabras, antes de que sean contagiosos.
2. Si participáis en los concursos con palomas que han estado uno o dos días en la cesta, y si la paloma llega con retraso y afectada de lombrices internas, no debéis atribuir la causa a esta cesta. Las deyecciones recientes no transmiten nunca estos parásitos mencionados.
3. Es cierto que si la cesta se queda sucia de una semana para la otra, los huevos de los parásitos expulsados la semana precedente, son ciertamente contagiosos. Por esta razón, el aficionado echará un vistazo a las cestas de enjaula miento para ver si están limpias; de no ser así, se dirigirá a la dirección del club organizador del concurso. Los miembros de un comité son elegidos por los aficionados y están, por tanto, a disposición de ellos
La limpieza de las cestas donde las palomas reciben sus semillas, es de una gran importancia para evitar la transmisión de parásitos que causan sinsabores tales como enfermedades del ala, tortícolis, diarrea, debilidad, músculos flojos… y la muerte. Entre los pichones, encontramos algunos con las facultades de orientación debilitadas y que se pierden a la primera ocasión.
Sabiendo por un lado que estas lombrices provocan diarrea y, por otro, que dichos parásitos se combaten por medio de remedios médicos, es necesario, cuando nos encontremos delante de uno de estos casos, con las complicaciones citadas, hacer analizar las deyecciones.

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