11/2/13

ALOJAMIENTO
  Instalaciones para loros grises.
   Aun cuando nuestra intención sea la instalar nuestro loro gris en una pajarera, resulta aconsejable contar con una jaula adecuada para colocarlo en ella con carácter previo. Ello se debe a que necesitará acostumbrarse a su nuevo entorno y a que resultará más fácil observar y controlar su conducta que si se encuentra desde el primer momento en un recinto amplias dimensiones. Los grises importados, aun cuando hayan sido sometidos a cuarentena, no se encuentran todavía aclimatados y, por consiguiente, no deben ser transferidos al aire libre hasta que tengamos la seguridad de que las condiciones atmosféricas van a mantenerse suaves durante varias semanas. 
   Nuestro establecimiento de animales de compañía estará en condiciones de ofrecernos una serie de jaulas entre las cuales habrá algunas que reunirán las condiciones adecuadas para nuestro nuevo pájaro de compañía. Elijamos una de tipo espacioso, en especial si ha de alojar al loro con carácter permanente, siendo preferible en estos casos una estructura rectangular o cuadrada ya que los loros grises no se desenvuelven bien en las de tipo circular. De hecho y con frecuencia ponen de manifiesto muestras de estrés en su conducta cuando se les instala en una de estas últimas, como por ejemplo cabecear de forma repetida. Además tenemos que son muchos los loros a los que les gusta posarse en la parte superior de su jaula cuando se les permite hacerlo y en el caso del remate cupuliforme que caracteriza a las circulares tal disposición resulta menos satisfactoria para el para el fin indicado.
   Una jaula de base cuadrada y que mide un mínimo de 75 cm de lado es la recomendable para un loro gris. En cuanto a las perchas procede señalar que las constituidas por ramas de árbol recién cortadas son las mejores ya que proporcionan un grosos variable que es factor necesario para que los pájaros ejerciten sus pies y solamente precisa adoptar la precaución de valerse de manera que no sean tóxicos, como por ejemplo las de manzano o de sicomoro, así como asegurarse de que no han sido sometidas a rociado con insecticidas. Constituye asimismo una buena idea el restregarles con un buen estropajo para el caso de que estuviese contaminadas por deposiciones de otros pájaros. Señalemos, por último, que convienen evitar el hacer uso de ramas viejas y secas ya que pueden estar afectadas de hongos y existe entonces la posibilidad de que éstos resulten dañinos para el loro.
   Necesitamos asimismo que la jaula cuente con un sistema de cierre seguro pues debe tenerse en cuenta a este respecto que los grises son loros inteligentes que pronto descubren la forma de abrir los pestillos de tipo más sencillo. Para ello se valen de la lengua así como de su pico. Por consiguiente, utilizar un pequeño candado no constituye una mala idea y el mismo puede ser instalado en la puerta de la jaula como medida adicional de seguridad.
   La mayoría de jaulas se hallan dotadas de una bandeja deslizante para facilitar la limpieza. La misma debe tener una profundidad de por lo menos 1,25 cm. preferiblemente más al objecto de que los desperdicios, como por ejemplo las cáscaras de las semillas, no queden atascadas en dicho puntos cuando procedamos a limpiar la jaula. Las bandejas metálicas no es probable que sean roídas por el loro, que es lo que ocurre cuando son de material plástico, pero con todo comprobemos que no existen espacios o ranuras en el reborde doblado de la mismas en los que puedan quedar atrapas las uñas. La mayor parte de las jaulas vienen equipadas con comederos que pueden ser rellenados desde el exterior mientras que por lo que al agua respecta es mejor adquirir un bebedero automático separado. De este modo nos aseguramos de que el loro contará con abundancia de comederos y de un suministro constante de agua fresca y limpia.
   Son muchos los que utilizan papel de periódico, sin ilustraciones de color, para recubrir el suelo de la jaula pero este sistema poco atractivo. Es mejor valerse de recubrimientos comerciales que de diversos tipos podremos encontrar en nuestros establecimientos de animales de compañía. Las virutas de madera que estén libres de preservantes tóxicos constituyen otro recubrimiento popular que podemos conseguir en el mismo lugar y que resultan excelentes como absorbentes. 
   Muchas de las jaulas de mayor tamaño y más atractivas que se hallan disponibles hoy en día vienen montadas sobre soporte o pedestal que es posible desplazar con facilidad gracias a contar con ruedecillas en su base. Esto convierte la limpieza en torno a la jaula en labor mucho más fácil y no hace necesario el tener que contar con una gran pieza de mobiliario en la habitación para depositar la jaula sobre ella. Evitemos de todos modos instalar dicha jaula en el centro y elijamos en cambio y preferiblemente un rincón para tal fin. Con ello proporcionaremos al loro un mayor sentimiento de seguridad, lo cual se traducirá en que se muestre menos estresado en su nuevo entorno. Debe tenerse en cuenta que si se siente amenazado en este punto podrá retirarse hacia el fondo de la jaula, lo cual sería imposible si ésta es accesible por todos sus lados.

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