14/5/12

Vuelo libre por la habitación

¿Vuelo libre por la habitación?
La respuesta sólo puede se un rotundo sí. Si no se dispone de una pajarera tan larga como una habitación, el pájaro debe poder volar libremente y cuando más y más a menudo, mejor. Incluso si se ha comprado una jaula que, a nuestros ojos, parece suficientemente grande para nuestro protegido, siempre será demasiado pequeña para permitirle volar. Un canario ha de volar con fuerza y durante largo rato para estimular su circulación y su metabolismo. Sólo en ese caso permanecerá absolutamente sano. Los mejores cuidados y el mejor alimento no sirven de demasiado si el animal no puede conservar sus condiciones físicas. Y ello sólo le es posible volando con frecuencia.
Si se le quiere proporcionar al nuevo canario vuelo libre, es mejor esperar de uno a tres meses. Durante ese tiempo podrá familiarizarse totalmente con su jaula y también reconocer la disposición de la habitación. Lo mejor es sujetar ya días antes una ramita en la jaula, pero de tal forma que sobresalga junto a la puerta tanto hacia dentro como hacia fuera. Dicha rama será su guía para salir pero también una señal del camino hacia dentro y un punto de aterrizaje. A menudo, el pájaro sólo se atreve a salir de su jaula si cuenta con la ayuda de una rama de este tipo.
Antes de que deje salir al pájaro de su jaula, su propietario debe asegurarse de que las ventanas estén cerradas. Cerrará también las cortinas pues un pájaro no puede reconocer los cristales. Vuela hacia la luz y, si choca contra el cristal, puede desnucarse. En cualquier caso sufrirá heridas y un shock si choca con fuerza contra la ventana. Pero incluso si el pájaro conoce los límites de la habitación y evita los cristales, es mejor correr las cortinas. Por poco que se asuste por algo, puede chocar contra ellos y sufrir daños.
Es mejor que siempre haya alguien el la habitación mientras el pájaro disfruta de su vuelo libre, ya que también puede sufrir algún accidente que no se causado por los cristales de las ventanas. En una vivienda hay más fuentes de peligro para él de las que nosotros sospechamos. Así, puede quedar enganchado con las uñas en la tapicería de los muebles o en un cojín de adorno, o caer detrás del armario o dentro de un florero o una pantalla de lámpara abierta hacia arriba. También es fácil que picotee plantas venenosas o que trague cuerpos extraños o alimentos inadecuados.
Si al principio el pájaro no se encuentra el camino de regreso a la jaula, debe dejársele dormir en el lugar que haya elegido. A la mañana siguiente ya lo logrará, sobre todo si el hambre le impulsa a buscar. Si continúa teniendo dificultades, deberá colocársele un comedero y un bebedero lleno cerca de la entrada a la jaula. Sin embargo, se debe procurar no alimentar fuera de la jaula a un pájaro que se encuentra la entrada pero que no quiere regresar, ya que si no siempre se tendrán dificultades con él y siempre se tendrá que atraer con algo.

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