12/11/12

El loro Gris Africano o Yaco

El loro Gris Africano o Yaco
  El gris africano, al que se da el nombre de yaco, es probablemente el loro mejor conocido del mundo y ha sido tenido como pájaro de compañía durante siglos en los pueblos existentes dentro del espacio constituido de su área de difusión nativa, o sea en la parte central de la región septentrional de África. La fecha en que tuvo lugar su introducción en Europa resulta imprecisa pero es un hecho cierto que su presencia ya conocida en época tan remota como el siglo XVI como lo atestigua el que en Inglaterra uno de ellos gozase de la presencia del rey Enrique VIII (1509-1547). Este loro residía en su palacio de Hampton court, en las afueras de Londres, y pronto aprendió a llamar al barquero ¡que se encontraba al otro lados del río)!
  Este vínculo con la realeza parece haberse mantenido a lo largo de los siglos sucesivos. Un gris africano, poseído por una amantes de Carlos II (1661-1685), Fue hecho enterrado junto a ella en la Abadía de Westminster y actualmente es aceptado como el más antiguo ejemplar existente de taxidermia, durante el reinado de la reina Victoria (1837-1901), un loro gris africano llamado "Coco"estuvo viviendo en su residencia de Sandringham, en Norfolk. Entre sus frases figuraba la de ¡Dios salve a la reina! como expresión de lealtad.
  Durante muchos años el gris africano ha sido considerado, en elevada medida, como un inteligente pájaro de compañía. Hoy en día en cambio, son muchos más los que se destinan a la cría que al fin indicado, siendo práctica muy corriente el someter a los polluelos a un cuidado manual a partir de su nacimiento. Este proceder ha supuesto un avance sustancial ya que no todas las parejas son unos padres en los que quepa confiar. Aparte de ello, procede señalar que los grises son pájaros relativamente silenciosos en comparación con otros loros de tamaño similar, como por ejemplo los amazónicos (género Amazona). Tal circunstancia hace que sean unos ocupantes mucho más adecuados para una pajarera al aire libre instalado en una zona apreciablemente urbanizada en la que los vecinos próximos podrían poner objeciones a los chillidos.
  La capacidad de imitación del gris probablemente no es superada por ningún otro miembro  de la familia de los loros y esto, como es lógico, ha llevado a que haya alcanzado una amplia popularidad. De hecho, incluso de ejemplares de pajarera se ha conseguido con éxito que aprendiesen a hablar.
  A los grises cabe reconocerles instantáneamente; su cuerpo es gris y la cola es de tonalidad roja brillante. Su estructura inusual, por lo que a la coloración respecta, les presta un carácter singular y, en realidad los únicos otros loros predominantes grises son los que constituyen la dos especies Vasa (género Coracopsis) y que es posible encontrar en Madagascar y otras islas contigua frente a la costa sudoeste de las isla. En ambos casos, sin embargo, la tonalidad de gris es más oscura. próxima al negro, y además muestran un fuerte matiz pardusco en el plumaje. Los loros Vasa no cuentan con traza alguna de rojo en su colas, las cuales, por otra parte, son mucho más larga que las del gris africano, que son anchas y cortas.
  Diversos estudios anatómicos llevados a cabo han puesto de manifiesto que no existen ningún vínculo evidente entre los loros Vasa y los grises, pudiendo afirmarse que, pese a su amplia difusión, estos últimos no parecen tener parientes próximos. Por tal motivo viene clasificado mediante su propio género Psittacus y con el nombre de la especie erithacus que describe su cola roja. El gris africano es conocido de los científicos desde mucho ante que otros loros, habiendo sido clasificado oficialmente por primera vez en 1758 por el famoso naturalista Carlos Linneo. 
  A través de la extensa área de difusión de este loro, sólo cabe observar ligeras variaciones en su aspecto si bien, en aquellos casos en que la diferencia resulta lo suficientemente acentuada, las poblaciones correspondientes han sido objeto de una ulterior división en razas separadas o subespecies. La más significativa, desde un punto de vista avícolas, es la del gris Timneh,Psittacus erithacus Timneh, la cual se puede reconocer fácilmente por la tonalidad granate oscuro en lugar de rojo brillante de las plumas de la cola. Como resultado de su aspecto más apagado, estos grises en particular son invariablemente menos caros que aquellos cuya cola es roja pero conviene señalar que son igualmente competentes por lo que a capacidad habladora respecta.
  Aparece como algo probable el que el loro gris esté estrechamente vinculado a los miembros del género Poicephalus, cuya nueve especies, ampliamente distribuidas a través de buena parte de África, varían de modo muy apreciable entre sí, tanto por lo que se refiere al tamaño como el color e incluyen ejemplares tan conocidos como el loro del Senegal (P. senegalus) y el loro de Meyer (P.meyeri). El miembro de mayor tamaño, dentro del género, es el loro de El Cabo (P. robustus), el cual, con sus 33 cm de longitud, es de dimensión equivalente a la del loro gris. Todos los loros Poicephalus poseen una cola corta y de perfil cuadrado, con un céreo, incluidos los orificios nasales, carente de plumas, sobre sus poderosos picos, o sea igual que en el caso de los grises. Una ascendencia compartida con estos loros cabría establecerla a través de huevos fértiles obtenidos mediante el apareamiento de un gris con un miembro del género Poicephalus. Esto vendría a confirmar que son lo suficientemente similares, en un sentido genético, como para dar origen a una descendencia híbrida. El loro del Cabo aparece como siendo el más adecuado para un experimento de este tipo pero debe tenerse en cuenta que es de presencia muy rara en avicultura. Por consiguiente, hasta que resulte posible llevar a cabo una más amplia investigación de este tipo.las relaciones y vínculos precisos del loro gris seguirán siendo un aspecto poco claro.

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